23

Mar

2016

A 40 años del último golpe de Estado en Argentina, el tiempo pasa y las huellas quedan

Por Agencia Télam

Punto de vista del escritor Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz y presidente del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ).

En el país hay una generación que no vivió o sobrevivió al dolor y la resistencia frente a la dictadura militar y es nuestra responsabilidad hacer memoria, no para quedarnos en el pasado, sino que nos ilumine el presente; desde ahí podemos construir el futuro.

 
40 años marca una etapa, un momento de reflexión y recordación de aquellos que ya no están presentes, "los desaparecidos", que permanecen en la mente y el corazón del pueblo.


Los jóvenes en su inquietud preguntan: ¿Por qué pasó lo que pasó? ¿Cómo surgieron las dictaduras imponiendo metodologías siniestras para torturar, hacer desaparecer gente y secuestrar niños, algunos nacidos en cautiverio?


Trato de explicar los motivos, la política impuesta en el país, el "Operativo Cóndor" en el continente, donde 80.000 militares fueron formados en las Escuela de las Américas en Panamá y en las academias militares de los EE.UU  en la "Doctrina de Seguridad Nacional", un proyecto político, económico, cultural y militar, impuesto desde la década del 50' y en respuesta a la Revolución Cubana.


En todo el continente se imponen las dictaduras, de la guerra de Argelia, con Francia en la formación y aplicación de torturas, desaparición de personas y se suma la práctica de la Guerra Civil Española, de la experiencia del Teniente Coronel, médico psiquiatra franquista, Antonio Nájera, en el secuestro y desaparición de niños.


El intervencionismo del gobierno de los EE.UU en el golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende en Chile, impulsado por el entonces Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, y el apoyo a las dictaduras en todo el continente, durante la década del '70.


Tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, y la resistencia social, se produce la derrota en la Guerra de Malvinas y los militares deben llamar a elecciones frente a la resistencia del pueblo. 


La hipótesis del conflicto Este-Oeste se cae, el conflicto es Norte-Sur. Llega la democracia formal y después de largas marchas y contramarchas se logra los juicios a los crímenes de lesa humanidad a los militares y cómplices.


Los organismos de derechos humanos han sido pilares de resistencia para alcanzar los juicios, hasta el presente.


Y son valores indivisibles de la construcción democrática y a 40 años se continúa la lucha por los derechos de ayer y de hoy para que no vuelva a ocurrir nunca más.


Aún queda un largo camino a recorrer y afirmar el derecho y la igualdad frente a las violaciones e intentos de "golpes blandos" en el continente, como en Honduras, Paraguay, Haití, Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela. La forma de superar el quiebre de la democracia y derechos es la memoria, la unidad y resistencia de los pueblos.