Es licenciado en Ciencia Política y desde pequeño estuvo vinculado a la economía social. En su paso por el I Congreso Interfederativo de Cooperativas conversó con revista Opción sobre multiplicidad de temas. 

Eduardo Fontenla tiene 60 años. Nació en Sancti Spíritu, una comuna del departamento General López, en la provincia de Santa Fe, y desde pequeño estuvo ligado al cooperativismo y la economía social. 

Su acercamiento vino de la mano de su familia, la cual estaba relacionada al trabajo y la producción agropecuaria y tuvo una fuerte participación en la vida institucional de la Cooperativa Agrícola y Ganadera del pueblo.

“Ahí aprendí y experimenté la importancia de la organización y de la asociatividad cooperativa. Luego realicé estudios universitarios sobre cooperativismo  y mutualismo”, dijo Fontenla y añadió: “Para mí el tema de la economía social viene de cuna, luego fue una elección doctrinaria por convicción”.

Una vez graduado de la Universidad, comenzó a trabajar en servicios de auditoría externa  en el sector cooperativo agropecuario y con el paso del tiempo en programas de formación y desarrollo.

-Desde su experiencia… ¿cómo ve el movimiento cooperativo y qué mirada tiene del trabajo que se lleva adelante en Córdoba?

-Veo con optimismo el nuevo escenario para el sector de la economía social en Argentina y por ende en la provincia de Córdoba. Ésta tiene una fuerte impronta histórica, relevante y diversificada presencia cooperativa y mutual que contribuyeron a que muchos cordobeses de muchos pueblos del interior vivan mejor.

-A raíz de su trabajo y compromiso fue designado como vocal en el directorio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes). ¿Qué significa para usted esa oportunidad?

-En el plano personal estoy agradecido por la confianza que depositó en mí la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. La función la asumí con entusiasmo y muchas ganas,  no para ocupar un cargo sino para trabajar en equipo y en favor de las cooperativas y mutuales del país.

Estoy convencido que una presencia y un accionar inteligente de la economía social será contributiva para revertir situaciones de crisis y para lograr una Argentina mejor, con verdadera inclusión y con paz.

Inaes de puertas abiertas

El licenciado Fontenla acompaña la labor que asumió el 15 de diciembre pasado el doctor Marcelo Collomb, presidente del Inaes. 

“Con Marcelo y el resto del directorio queremos un Instituto moderno, de puertas abiertas y cerca de las mutuales y cooperativas del país”, detalló con entusiasmo.

-En ese contexto… ¿qué gestiones se están realizando para lograr que el cooperativismo y el mutualismo trabajen en conjunto?

-Las mutuales y las cooperativas tienen la misma orientación valorativa y similares principios que orientan su organización y gestión. Por ello, es necesario conectar e integrar más a través de sus productos y servicios su accionar.  No es racional ni inteligente mantener organizaciones  “sueltas”  porque aisladas son poco contributivas y tiene escaso impacto. 

En la actualidad percibimos que existe una sincronía entre la dirigencia mutual y cooperativa y eso desde el Inaes lo valoramos porque aumentan las posibilidades concretas de desarrollar la interacción de la economía social entre ambos sectores y que se fortalezcan las relaciones colaborativas entre las mismas.

“Se trata de trabajar juntos, pensar juntos y crecer juntos”, sostuvo el profesional.

-En su participación en el I Congreso Interfederativo de Cooperativas en Carlos Paz hizo hincapié en el desarrollo sostenible de las organizaciones. ¿Cuáles son los tips a tener en cuenta para construir cooperativas y mutuales que generen beneficios para sus socios?

-Desde una perspectiva sistémica los componentes o ejes a tener en cuenta son los aspectos económicos, los aspectos sociales, el cuidado y la conservación del medio ambiente, la buena gobernabilidad y el buen control. Un todo ligado y unido por la especificidad e identidad cooperativa y mutual.

Las estrategias y accionar empresarial sostenible permiten responder mejor a las expectativas y a las necesidades concretas y actuales de todos y cada uno de los asociados, recibiendo buenos y mejores servicios y/o generando mayores ingresos. 

A su vez el desarrollo cooperativo sostenible ubica al asociado como centro de la organización, de la gestión, de la administración y del control democrático.

-Para finalizar… ¿qué mirada tiene del Gobierno nacional para con el sector cooperativo y mutual?

-Desde el Inaes acompañamos las políticas del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. A su vez, buscamos ensamblar, articular y trabajar integradamente con las distintas áreas de gobiernos en apoyo, promoción y asistencia técnica de las cooperativas y mutuales. Pero no entendiendo a las políticas públicas de la economía social sólo como subsidios o préstamos blandos. 

Desde un eficiente ejercicio del control público buscamos corregir desvíos, malos “usos” o fachadas de las  organizaciones cooperativas y mutuales que nada tiene que ver con su esencia, identidad y propuesta de gestión de la economía social.

En favor de la producción y del trabajo digno consideramos a la economía social como una matriz asociativa y de cooperación para contribuir a la innovación y emprendedorismo asociativo, especialmente de los jóvenes.

Con una especial mirada sobre la importancia  del conocimiento, la ciencia y la tecnología, apoyamos la ejecución conjunta del  programa “universidad y cooperativismo” que trabajamos en forma complementaria con la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación. 

Además, desde el Inaes queremos revalorizar los canales institucionales de participación, por ello, la decisión de trabajar articuladamente con los órganos locales competentes de todas las provincias fortaleciendo la dinámica del Consejo Federal Cooperativo y Mutual del Instituto y la puesta en funcionamiento del Consejo Consultivo Honorario, como instancias de  análisis y diálogo que permitan enriquecer las políticas públicas de la economía social. 

EDICIÓN IMPRESA

El texto original de este artículo fue publicado en la revista Opción Nº 182 de Fecescor.