La Comisión Mixta de Higiene y Seguridad para los Trabajadores de las Cooperativas Eléctricas de Córdoba, es la materialización de un acuerdo histórico entre Sindicatos, el Estado Nacional, el Gobierno Provincial y las Cooperativas representadas por FECESCOR y FACE Córdoba que nació en noviembre de 2012. Es un modelo único y sin precedentes en la República Argentina que surge con la misión fundamental de capacitar a los trabajadores de redes eléctricas de todas las Cooperativas de cada localidad de la Provincia de Córdoba, fortaleciendo la seguridad y prevención de accidentes laborales desde la educación.

El plan de capacitación impulsado le brinda a los trabajadores del sector en el ámbito cooperativo de todos aquellos conocimientos necesarios para poder obtener una habilitación para trabajos en baja tensión, siendo este requerimiento consecuencia de la normativa de la A.E.A (Asociación Electrotécnica Argentina) Nº 95705 del año 2013 que fuera adoptado por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo de la Nación mediante la Resolución Nº3068/2014.

Bajo un formato de capacitación presencial se da inicio en Julio de 2013 a la primera de seis etapas de formación del personal en las distribuidoras de energía eléctrica. El programa planificado y ejecutado incluyó en aquel momento a más del 95 por ciento de las cooperativas de la provincia y calificó a más de 2000 trabajadores cumpliendo con el marco legal vigente. En el año 2016 se marca un nuevo logro, luego de gestiones realizadas por la Comisión Mixta ante la Superintendencia de Riesgos de Trabajo: se crea un plan de capacitación para mandos medios, que le permitiría al personal acceder a la habilitación BT2 siendo designados por la cooperativa como “responsables de trabajo”, incluyéndose adicionalmente el plan de capacitación para la reválida de las habilitaciones BT1 cuyo vencimiento opera cada 2 (dos) años.

Desde los inicios del trabajo de capacitación en formato presencial eran muchos kilómetros los que se habían recorrido a lo largo de toda la provincia, llevando el equipo de capacitación a más de 206 Cooperativas, certificando a más de 4800 trabajadores, y dictando más de 160 cursos en todo el territorio; iniciando también en ese camino un proceso de centralización de los eventos formativos en la capital cordobesa, a fin de reducir costos de operación. 

La declaración de la situación de pandemia por Covid-19 hace ya un año, la imposibilidad de viajar interjurisdiccionalmente, sumerge a  la  Comisión en un nuevo desafío: la necesidad de darle continuidad al plan de capacitación respetando la normativa vigente, sin perder calidad en los contenidos y en el aprendizaje.

Es así que en el seno la Comisión Mixta de Higiene y Seguridad para los Trabajadores de las Cooperativas Eléctricas de Córdoba, hacia mediados de 2020 se comienza a analizar la posibilidad de adaptar los cursos dictados en formato presencial al formato virtual, y los profesionales involucrados deciden dar el puntapié inicial para el diseño del primer curso Reválida BT1 vía e-learning; situación que a la vez se ve favorecida por la firma de un Convenio de Cooperación, Complementación y Capacitación Cooperativa llevado a cabo entre la FEDERACION DE COOPERATIVAS ELECTRICAS Y DE OBRAS Y SERVICIOS PUBLICOS LTDA. DE LA PROVINCIA DE CORDOBA – FECESCOR y la ASOCIACIÓN COORDINADORA DE CONSEJOS REGIONALES DE CÓRDOBA COOPERATIVA LIMITADA – FACE CORDOBA, que crean en conjunto la “Plataforma de Capacitación Virtual FECESCOR – FACE Córdoba” bajo entorno Moodle aplicada al desarrollo de las competencias del capital humano de las cooperativas asociadas, permitiendo dar continuidad a un proceso de capacitación adaptado a las particularidades de las organizaciones cooperativas.

El modelo de capacitación seleccionado pasa a ser el e-learning con las ventajas que la virtualidad propone dentro del contexto mundial imperante,  Flexibilidad horaria, acceso 24 hs., traspaso de las barreras geográficas, multiplicidad de recursos online, adaptación de los contenidos al público objetivo de la capacitación, participación activa por parte del alumno, ritmo de aprendizaje adaptado; a la vez que se impone un cambio en el rol de los intervinientes: el docente que se convierte en un guía y facilitador del proceso de aprendizaje; y los participantes que se convierten en central frente a un trabajo que se plantea como participativo, colaborativo y cooperativo de cara al trabajo conjunto con sus pares.

Frente a estos nuevos paradigmas, que vienen a “romper con la presencialidad” se suma un modelo evaluativo de aprendizaje basado en competencias, mediante el que se fomenta la aplicación del conocimiento adquirido a la práctica concreta en la vida laboral.