12

Ene

2016

Proyecto Madres: un espacio de trabajo intergeneracional que contribuye a la economía familiar

Por Lisandro Tosello

Funciona en la localidad de Río Tercero. Ilda Piedrabuena es una de las referentes de esa iniciativa. Movediza por naturaleza,  la mujer reconoce que el proyecto que se desprende de la Fundación Juntos a la Par-La Luciérnaga “les hace bien a todas las beneficiarias”.

Una casona ubicada en barrio Belgrano, en la localidad de Río Tercero, es el espacio donde una multiplicidad de mujeres de distintas edades sueña a diario con un porvenir mejor para sus familias. Entre medio de lanas, cuero y telas, ellas logran salir adelante cada día. 


Ilda Piedrabuena es una de las referentes del Proyecto Madres, el cual se desprende de la Fundación Juntos a la Par-La Luciérnaga Río Tercero. Con un espíritu solidario y emprendedor, esta docente jubilada se acercó hace 15 años a la Fundación La Luciérnaga para “dar apoyo escolar a chicos de familias carenciadas”. 


Una vez que la contención escolar empezó a caminar, Piedrabuena empezó a vislumbrar otro horizonte de trabajo. Esta vez con las madres de los niños que asistían al apoyo escolar. Así nació hace dos años un taller de costura que actualmente cuenta con 18 beneficiarias y otras 10 colaboradoras.


“Hacemos distintos productos a base de tela, lana y cuero. Hemos conformados distintos grupos de trabajo según las inclinaciones de cada una”, contó a revista Opción Piedrabuena, quien agregó que “el taller de las madres funciona los lunes y viernes de 14 a 17; en tanto martes, miércoles y jueves continúan con el apoyo escolar”.


El taller está abierto a todas las mujeres de Río Tercero que quieran participar y compartir el conocimiento. “Además de la tarea fomentamos la creación de vínculos entre nosotras. El mate siempre está circulando. Nos reunimos para festejar cumpleaños o el Día del Amigo”, describió la docente.


Trabajo cooperativo


Una vez que los productos están terminados, el grupo participa de las distintas ferias que se organizan en la localidad. En ese contexto, las madres logran ofrecer sus producciones que van desde billeteras, bolsos, acolchados hasta mochilas que combinan distintas texturas y productos navideños.


“De a poco hemos ido perfeccionando la calidad y la creatividad.  Los trabajos en general tienen mejor presentación y la gente nos apoya”, dijo la mujer y agregó: “Nosotros todos los jueves instalamos un puesto en la vereda de la iglesia principal, enfrente de plaza San Martín”.


A través de folletos, boca a boca y Facebook logran hacer la difusión de la feria para que los interesados puedan acercarse a ver sus producciones.


Consultada sobre el esquema de distribución de la ganancia, Piedrabuena explicó que el porcentaje que cada madre lleva a su hogar depende de la asistencia que cada una de ellas hace en el taller y de las horas que trabaja fuera de la sede.


“Hay madres que han acumulado 80 horas por ejemplo entre el taller y la casa y son las que más cobran”, recalcó y destacó: “Esto es una ayuda económica, no es un sueldo. Muchas de las madres que participan son empleadas domésticas y el dinero que sacan del taller es una changuita extra”.


El 10% por ciento de lo recaudado en el mes va a un fondo común que utilizan para comprar la materia prima que necesitan para seguir trabajando, en tanto el 90% restante se divide en las horas de trabajo que cada beneficiaria ha hecho en el mes.


Desafíos a futuro


Tener una sede propia donde confluya el taller y un espacio acondicionado para la venta es la máxima a la que aspira este grupo de trabajo. 


Las mujeres entienden que un espacio propio les daría mayor visibilidad y jerarquía a sus trabajos puesto que producen “multiplicidad de objetos” y muchas veces en las ferias, al estar todo junto, no se aprecia el trabajo en su totalidad.


En ese contexto, anhelan con trabajar industrialmente y que la actividad pase de ser “una changuita a un sueldo digno”. Para ello, pretenden armar su polo productivo en un terreno que le donaron. 


Si bien todavía no cuentan con los fondos para construir, saben que la clave es continuar unidas, aportando cada una su granito de arena para que el proyecto Madres siga creciendo.


“La Luciérnaga es un ejemplo de solidaridad. Es un servicio colectivo que reconforta”, concluyó Piedrabuena.


Para conocer más sobre la iniciativa


Facebook: Proyecto Madres La Luciérnaga

Dirección: Suipacha 1163, barrio Belgrano

Teléfonos: (03571)-15621400 // (03571)-15514341

Email: ildapiedrabuena@hotmail.com


EDICIÓN IMPRESA

El texto original de este artículo fue publicado en la revista Opción Nº 178 de Fecescor